Sí. La OMS no recomienda que se impongan restricciones a los viajes en relación con el brote de virus gripal A(H1N1). En la actualidad, los viajes internacionales desplazan con gran rapidez a un gran número de personas en visita a diversas partes del mundo. Limitar los viajes e imponer restricciones a los viajes tendría un efecto muy pequeño en la detención de la propagación del virus, pero sería muy perturbador para la comunidad mundial.
La gripe por A(H1N1) ya ha sido confirmada en muchas partes del mundo. La atención se centra ahora en reducir al mínimo las repercusiones del virus identificando rápidamente los casos y proporcionando a los pacientes la atención médica necesaria, y no tanto en detener la propagación internacional del virus. Además, aunque la identificación de los signos y los síntomas de la gripe entre los viajeros puede ser una técnica eficaz de vigilancia, no es eficaz para reducir la propagación de la gripe, puesto que el virus se puede transmitir de una persona a otra antes de que aparezcan los síntomas. Las investigaciones científicas basadas en modelizaciones matemáticas indican que la restricción de los viajes tendría un efecto escaso o nulo en la propagación de la enfermedad.
Los registros históricos de pandemias de gripe precedentes, así como la experiencia adquirida con el SRAS, validan esa opinión.
Los viajeros se pueden proteger a sí mismos y pueden proteger a los demás siguiendo una serie de recomendaciones sencillas relativas a los viajes, encaminadas a prevenir la propagación de la infección. Las personas enfermas deberían aplazar los viajes previstos, y los viajeros de regreso a su lugar de origen que enfermen deberían recibir la necesaria atención médica. Estas recomendaciones son medidas prudentes que pueden limitar la propagación de muchas enfermedades transmisibles, no sólo la de la gripe por A(H1N1).
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